Carlos Risueño y Mena, (Daimiel, 1778 - Madrid, 1847), fue un veterinario y militar manchego que escribió exclusivamente sobre su oficio, pero que acojo en este blog por su especial cuidado con el lenguaje y el estilo y por los trabajos lexicográficos y terminológicos (que se extienden incluso a las frases hechas) realizados para su monumental Diccionario de veterinaria y sus ciencias auxiliares (1826-1834) en cinco volúmenes. Tal y como expone en el prólogo de esta obra,
Procuraré que su estilo sea humilde sin ser trivial y correcto sin pretensiones de elegante, pues me hago cargo que escribo para lectores de todas clases. ¡Así hubiera podido hacerme más inteligible de todos desembarazando mi obra de aquella jerigonza científica que, con tanta profusión y muchas veces sin necesidad, obscurece las de su clase! Pero en todas las ciencias y facultades hay un lenguaje, recibido por general convenio, que no debe ignorar ni puede desechar el que las profesa, y lo único que he podido hacer en beneficio de los que no estén iniciados en el misterio del idioma científico, ha sido economizarle lo posible, poner al lado de la palabra técnica el nombre vulgar, si le he hallado en nuestra lengua, y explicar en artículos separados los términos menos usuales, de modo que pueda el lector satisfacer su curiosidad sin salir del mismo diccionario. Con el mismo intento he explicado las etimologías de los nombres tomados de las lenguas antiguas, no por ostentar una vana y fácil erudición, sino porque suelen ellas solas definir con toda exactitud las cosas significadas y sirven para fijar mejor los nombres en la memoria.
Demuestra en su obra un amplio conocimiento de la literatura especializada, de la que cabe entresacar las obras de algunos autores manchegos como el médico Alfonso Suárez, que "publicó en Toledo en 1564 una traduccion de los autores griegos y latinos que habían escrito sobre las causas y curacion de las enfermedades de los caballos" o Pedro García Conde, quien " describió con mucha exactitud una epidemia que observó en las muletas y en los potros de la villa de Manzanares, indicando al mismo tiempo un método curativo muy adecuado" (1684), o como Francisco González, primer mariscal del colegio de caballería de Ocaña, autor de una Memoria sobre los abusos introducidos en la medicina de los animales que fue premiada por la Sociedad Económica de Madrid.
Alumno de la Escuela de Veterinaria de Madrid, que entonces era una institución de funciones meramente militares, estuvo en varios regimientos, entre ellos el de voluntarios de España. En 1801 lo nombraron mariscal mayor del regimiento de Alcántara y en 1802 pasó al regimiento de Godoy, que actuaba como guardia del mismo, por lo que pudo permanecer mucho tiempo en Madrid y asistió a las clases médicas del Colegio de San Carlos y a las de Química y Botánica de José Demetrio Rodríguez. Durante la Guerra de la Independencia pasó al regimiento de voluntarios de Madrid y en 1814 al de Lusitania. En 1817 fue nombrado catedrático de patología general y cirugía en la Escuela de Veterinaria, de la que fue separado en 1824 al ser impurificado como liberal manifiesto merced a las intrigas del profesor Segismundo Malats, cuyos libros de texto no utilizaba, si bien logró ser repuesto en el cargo en 1828, llegando a ser director, comandante y protector de la Escuela en 1830. Promovió desde sus cargos, con ayuda de su discípulo Nicolás Casas Mendoza (1801-1872), la completa reorganización de la carrera, que logró desmilitarizar en 1841; tras esta desmilitarización, fue, sin embargo, nombrado de nuevo director de la Escuela. Puso fin al Protoalbeiterato y estructuró un moderno plan de estudios de Veterinaria en cinco cursos, encargándose él del tercero de «Patología general y particular, observaciones prácticas e inspección cadavérica». Se dedicó como profesional muy en especial a la clínica equina, y aportó una visión amplia sobre otras materias como la "Zootecnia o Arte de cruzar y mejorar las razas".
OBRAS
Diccionario de Veterinaria y sus ciencias auxiliares, Madrid, Hijos de Catalina Piñuela, 1826-1834, 5 vols.
Elementos de Patología Veterinaria general y especial: mandados seguir de Orden de S. M. en la enseñanza de los alumnos de la Real Escuela de Veterinaria de Madrid, Madrid, Hijos de Catalina Piñuela, 1834, 2 vols.
Traducción de Jean Girard, Del vómito accidental en el caballo y otros animales domésticos, y de la rumia, Madrid, F. Villalpando, 1825.
BIBLIOGRAFÍA
LLORENTE Y LÁZARO, R. "Necrología de D. Carlos Risueño", Boletín de Veterinaria, 3 (1847), 67.
SANZ EGAÑA, C. “Carlos Risueño y Mena (1778–1847)”, en. Ciencia Veterinaria núm. 41 (1942) pág. 105.
VITAL RUIBÉRRIZ DE TORRES, P. Historia de la ciencia veterinaria española: del Antiguo Régimen al Liberalismo, 1792-1847, Tesis doctoral, Madrid, Universidad Complutense, Facultad de Veterinaria, 1984.
VV. AA., Diccionario Biográfico del Trienio Liberal, Madrid, El Museo Universal, 1991.
(Este artículo ha sido elaborado por el autor para la Wikipedia y reelaborado y ampliado para este blog)
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